Convencidos hasta las últimas consecuencias

La notificación sobre la distinción le llegó por carta. Raúl Rivero Castañeda no podía creerlo. Era el ganador del Premio Mundial de la Libertad de Prensa Unesco-Guillermo Cano 2004. Sonrió con satisfacción. Era la culminación de muchos esfuerzos en procura de defender aquello en lo que creía. Sin embargo no pudo ir a recoger su galardón. Fue encarcelado por el gobierno de Cuba…

Escribir fue su pasión desde que aprendió sus primeras letras en la escuela. Luego vinieron la poesía, y los sueños, y la custodia de sus criterios. La verticalidad en las convicciones le llevó a renunciar en 1989 a la Unión Nacional de Escritores y Artistas cubanos para fundar, en 1995, la agencia independiente de noticias de su país.

Tomar tal decisión le trajo muchos problemas, entre ellos los constantes seguimientos. Pronto se dio cuenta que no solo le acompañaba su sombra, sino también quienes sospechaban de sus actividades. En el criterio
de aquellos no era alguien dedicado a escribir, sino un enemigo del sistema.

Al caer una mañana en marzo del 2003 fue detenido, sometido a interrogatorio y procesado. Un mes después recibía notificación sobre su condena a veinte años. Hoy ve pasar sus días, horas y minutos en el penal Ciego de Ávila, a 420 kilómetros al oriente de La Habana. No tiene papel para escribir, ni una pluma fuente. Pero está tranquilo. Asegura que prefiere permanecer tras las rejas por defender lo que piensa, y no en libertad defendiendo lo que piensan los demás…

Los cristianos del primer siglo sufrieron la persecución, los azotes y las cárceles por preservar sus convicciones. Creían en Jesús como Señor y Salvador.

Nada detiene a quien tiene convencimiento

En cierta ocasión, tras se
r arrestados, les inflingieron muchos azotes “… y les ordenaron que no siguieran hablando en el nombre de Jesús. Luego los dejaron ir. Los apóstoles se fueron de la reunión, contentos de tener el honor de sufrir por causa del nombre de Jesús. Diariamente en el área del templo y en todas las casas, los apóstoles continuaban enseñando y anunciando las buenas noticias de que Jesús es el Cristo” (Hechos 5:40-42. Nuevo Testamento: la Palabra de Dios para todos).

El mundo reclama hombres que salgan al paso para defender su ideología. Que no se avergüencen de no seguir la línea sobre la que andan los demás. Que estén dispuestos a morir por aquello que creen. Si como creyentes en el Señor Jesús fuéramos fieles a nuestras creencias por encima de los obstáculos que puedan emerger, hace mucho tiempo que habríamos alcanzado el mundo para el reino de Dios.

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