Esta es una de las preguntas más dificiles de responder para un Cristiano.
El “problema del dolor” como una vez dijo el conocido erudito Cristiano
C.S. Lewis, es el arma más potente del ateísmo contra la fé cristiana.
Toda la ciencia verdadera y la historia, si son bien entendidas,
soportan la existencia de Dios. Esta evidencia es tan fuerte, que, como
la biblia dice “dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14:1)
Muchos ateos, sin embargo, sin ninguna evidencia objetiva en la cual
basar su creencia en que “no hay Dios”, deben recurrir finalmente a
objeciones filosóficas. Y este problema del sufrimiento es la más
grande de ellas.
Esto es, dicen ellos, ¿como puede
un Dios de amor permitir en su mundo cosas como guerra, enfermedad,
dolor y muerte, especialmente cuando sus efectos, a menudo son sentidos
más intensamente por quienes son aparentemente inocentes? Entonces El
no es un Dios de amor y es indiferente al sufrimiento humano, o El no
es un Dios de poder, y, por lo tanto, es incapaz de hacer algo al
respecto. En cualquier caso, el Dios Bíblico quien es supuestamente de
poder absoluto y perfecto amor viene a ser un anacronismo imposible…
O, eso es lo que ellos dicen!
Esta es una verdadera
dificultad, pero el ateismo ciertamente no es la respuesta, ni tampoco
el agnosticismo. Mientras que hay mucho mal en el mundo, hay aun mucho
más bien. Esto se prueba por el simple hecho de que la gente
normalmente trata de aferrarse a la vida lo más que puede. Además,
todos, instintivamente reconocen que “bueno” es un orden mayor de
verdad que “malo”
Debemos también reconocer que
nuestras mentes fueron creadas por Dios. Sólo podemos usar nuestras
mentes hasta el donde El permite y, además, totalmente presuntuoso para
nosotros, usar la mente para cuestionarlo a El y sus motivos.
“El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?” (Génesis 18:25)
“¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” (Romanos 9:20).
No hemos establecido por nosotros mismos los estandares de qué es
correcto. Sólo el Creador de todo puede realmente hacerlo. Debemos
creer esto, en nuestra mente y corazón, así lo entendamos o no, que
cualquier cosa que Dios haga es, por definición, correcta.
Habiendo aceptado esto por fé, somos libres de buscar formas en las
cuales podamos obtener beneficios espirituales del sufrimiento en
nuestra vida, de la misma forma que de las bendiciones. Del mismo modo
que consideramos estas cosas, es de gran ayuda mantener continuamente
las siguientes verdades en nuestra mente.
Realmente no existe ningún “inocente” sufriendo.
Ya que “…todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), no hay nadie que tenga el derecho de librarse de la ira de Dios basado en su inocencia.
Tan pronto como los bebés, u otros que puedan ser mentalmente
incompetentes, puedan distinguir lo correcto de lo incorrecto, es claro
según las Escrituras y la experiencia universal que ellos son pecadores
por naturaleza, por lo cual, inevitablemente, serán pecadores por
elección propia tan pronto como sean capaces de serlo.
El mundo está hoy bajo la maldición de Dios (Génesis 3:17) a causa de la rebelión del hombre en contra de la Palabra de Dios.
Esta “esclavitud de la corrupción” con “toda la creación gimiendo a
una, y a una con dolores de parto hasta ahora” (Romanos 8:21-22), es
universal, esto es, afecta a todos los hombres, mujeres y niños en todo
lugar. Dios no creó el mundo de esta forma, y un día pondrá todas las
cosas en orden nuevamente. En ese día “Enjugará Dios toda lágrima de
los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni
clamor, ni dolor” (Apocalipsis 21:4)
Jesucristo el
Señor, quien fue el único hombre verdaderamente “inocente” y “justo” en
toda la historia, no obstante ha sufrido más que cualquier otra persona
que haya vivido.
Y lo hizo por nosotros! “Cristo
murió por nuestros pecados” (1ª Corintios 15:3). El sufrió y murió,
para finalmente librar al mundo de la Maldición, es más incluso ahora
El puede librar del pecado y la esclavitud a todo aquel que le reciba
por fé como Señor y Salvador personal. Esta gran liberación del pecado
inherente, así como el pecado cometido, muy posiblemente también
asegura la salvación de aquellos que han muerto antes de alcanzar la
edad de elegir conscientemente lo incorrecto por sobre lo correcto.
A
través de nuestra completa fe en la bondad de Dios y la redención de
Cristo, podemos reconocer que nuestros sufrimientos presentes pueden
llegar a ser para Su gloria y para nuestro bien.
El
sufrimiento de la gente no salva, es comunmente usado por el Espiritu
Santo para que ellos se den cuenta de su necesidad de salvación y se
vuelvan a Cristo en arrepentimiento y fé. Los sufrimientos de los
Cristianos deben ser siempre un medio de desarrollar una mayor
dependencia de Dios y un carácter semejante al de Cristo, si son
adecuadamente “ejercitados en ella” (Hebreos 12:11)
Por lo tanto, Dios es amoroso y misericordioso incluso cuando “en el
presente” El permite que vengan a nuestras vidas pruebas y
sufrimientos.
“Y sabemos que a los que aman
a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28).
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